El 4 de julio es esta semana. Y en caso de que no lo hayas notado en los Estados Unidos, ya ha habido muchos fuegos artificiales. 

No estoy hablando de los cohetes de botella del vecindario que estallan en la noche. Me refiero al tipo de violencia, disturbios, mucho caos. 

Con todo el mundo atacando a los Estados Unidos, ha quitado parte del entusiasmo de las celebraciones que siempre tenemos en esta época del año. 

He estado trabajando en un programa de Beyond Today y titulado "¿Dios le ha dado la espalda a Estados Unidos?" Esa es una pregunta seria. 

¿Podría suceder? ¿Ya ha sucedido? Aquí en Beyond Today, creemos que el Dios de la Biblia creó todas las naciones de acuerdo con su propósito, incluidos los Estados Unidos y los pueblos de habla inglesa basados ​​en las promesas que hizo a Abraham. 

Esas bendiciones no fueron ganadas. Entonces, ¿puede venir un castigo por no seguir sus mandamientos? Al igual que tú, lamento lo que he visto suceder a mi país en los últimos tiempos.

El Estados Unidos en el que crecí era un lugar patriótico. Cada mañana en mi escuela de primaria saludaba a la bandera mientras se elevaba con la canción “Star Spangled Banner” en el fondo. 

Me enseñaron a respetar la bandera, la nación y todos mis conciudadanos. Entonces, cuando veo escenas de violencia en las calles, la quema de la bandera estadounidense, lloro por mi país. 

Amo mi país. No me gusta todo lo que ha sucedido, ya sea en la historia reciente, o para el caso, en los más de 240 Estados Unidos años de historia. Pero aún es casa.

Hace poco leí un libro fascinante del comentarista social Michael Medved. Su libro, "El milagro americano" cuenta cómo la fundación de Estados Unidos fue de acuerdo con un plan divino, y que Dios estuvo involucrado de muchas maneras no sólo para proporcionar esta tierra, sino que también guió a muchas de las personalidades fundadoras que dieron forma a la historia temprana de Estados Unidos. 

Cuando lees la historia, piensas: sí, hay algo especial sobre Estados Unidos que no puede ser negado por alguien con una mente abierta.

Permítanme compartir un poco de lo que Michael Medved escribe en su libro:

“Desde los días de los peregrinos, los líderes de la nueva sociedad que surgieron en el Nuevo Mundo han adoptado el concepto central de un destino divinamente determinado.

Por casi 400 años, los colonos alimentaron la noción de que Dios mantenía una conexión íntima y protectora con su nación singular. Los fundadores y constructores de esta notable república creían profundamente en el favor celestial por sus esfuerzos. 

Al comienzo de la sacudida mundial de los acontecimientos de la Revolución estadounidense, estos orgullosos patriotas afirmaron la idea de que un diseñador divino había diseñado deliberadamente el milagro estadounidense. 

Los observadores extranjeros reconocen que Estados Unidos es un vehículo elegido por el destino para promover la bondad y el avance humano mucho más allá de sus fronteras, y también decenas de millones de intrépidas almas de todos los rincones de la tierra han apostado sus vidas en la creencia inquebrantable de que Dios mismo preparó a Estados Unidos como tierra de refugio y de una nueva vida. 

Cualquiera que sean nuestras dudas actuales sobre el presente de la nación y sus perspectivas, el sentido de un destino divinamente dirigido nunca es más que una generación o dos en el pasado. 

Los inmigrantes de todas las épocas han sentido algo mágico, predestinado y poderoso en sus arriesgados viajes al Nuevo mundo. Para aquellos que eligen comenzar de nuevo en esta nación de nuevos comienzos Estados Unidos nunca puede ser un accidente ".

Y ese es el final de la cita del libro de Medved. 

Esto de ninguna manera excusa a Estados Unidos por sus errores y sus pecados graves. Sus tratamientos de los indios americanos y esclavos negros no están excusados. 

Su error en las relaciones internacionales tampoco está justificado. 

La enseñanza de que Estados Unidos ha sido bendecida con bendiciones divinas únicas del Dios de Abraham no dice que sea bendecida exclusivamente, ni dice que todos los ciudadanos hayan sido tratados como iguales ante Dios. 

Pero la historia de Estados Unidos debe entenderse con la dimensión bíblica adicional de Dios cumpliendo la dimensión física completa de su promesa a Abraham.

Y eso agrega significado a toda la historia para todas las personas, eso no solo da comprensión sino esperanza y te lleva al significado más profundo de la verdad. 

...De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3 : 16) 

Dios no solo ha cumplido la promesa espiritual, sino también la parte física de la promesa. 

Los dos son parte del único evangelio verdadero de Dios. El apóstol Pablo escribió en Gálatas,

Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones.

Sí, la promesa que Dios le hizo a Abraham debía ser una bendición para todas las naciones y los pueblos de la tierra. Y de muchas maneras, vemos cómo esto se ha cumplido y se cumplirá. Entonces, ¿por qué preguntaría si Dios le ha dado la espalda a Estados Unidos? 

No es solo por todos los problemas recientes que hemos sufrido. Es más allá, donde hemos visto las decisiones que se han tomado en los niveles más altos de nuestro gobierno, especialmente en la Corte Suprema.

Durante casi 60 años, la Corte Suprema de los Estados Unidos ha emitido fallos que afectan la relación de la nación con Dios y las leyes de Dios. 

Desde la eliminación de la oración en las escuelas públicas hasta la legalización del aborto, desde la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo hasta la redefinición de la naturaleza misma de la sexualidad. 

El tribunal ha legislado el comportamiento y ha violado el orden natural de la vida, y desalienta la creencia en Dios. Y todo esto dentro de un país que pone en su moneda la frase “En Dios Confiamos” 

Quizás debería preguntar, ¿Estados Unidos le ha dado la espalda a Dios?

Hay una historia interesante de los días de fundación de Estados Unidos que ocurrió en la convención para escribir la constitución estadounidense. Cuando se firmó esa constitución el 17 de septiembre, en el año 1787 , Benjamin Franklin estuvo presente e hizo una observación astuta. 

Después de meses de discusión, llegó el día trascendental para firmar el documento, está todo allí y todos los delegados se reunieron en la sala donde habían tenido lugar las deliberaciones.

Después de que Franklin firmó la Constitución de los Estados Unidos, se sentó, miró hacia el frente de la sala hacia la silla del presidente en la parte delantera de la sala, y se concentró en el medio sol que decoraba el respaldo alto de esa silla. 

James Madison, quien era el secretario de la convención, registró fielmente lo que Benjamin Franklin dijo a los delegados que estaban más cerca de él en ese momento. 

Criticó al pintor: 

"a quien le había resultado difícil distinguir en su arte un amanecer de un ocaso”. 

Y continuó diciendo:

 "Durante la sesión he tenido dilemas entre esperanzas y temores mientras el sol de la pintura detrás del presidente sigue sin ser para mí algo muy definido. Pero ahora, por fin, tengo la felicidad de saber que es un amanecer, y no un ocaso.

En efecto, el sol salió en los Estados Unidos, y en general, ha sido un buen día en el que las naciones y los pueblos del mundo se han beneficiado de la presencia de Estados Unidos.

Pero hoy, bien podemos preguntar, ¿vemos un ocaso en Estados Unidos? No, no lo es. 

Pero la Biblia muestra que está llegando un día de juicio y juicio sobre Estados Unidos, y de hecho sobre todas las naciones del mundo. 

Antes de que ese día suceda, hay un momento para que comprenda lo que le espera a Estados Unidos y al mundo. 

Hay tiempo para que veas la plenitud del evangelio de Dios y desarrolles una relación más profunda con él. 

Los descendientes modernos de Israel tendrán que soportar un terrible período de castigo y cautiverio por no arrepentirse de sus pecados y tomar en serio el papel que Dios les ha dado. 

Habrá un ocaso, pero todavía no. Este es tu momento para comprender, arrepentirte y cambiar tu vida antes de que suceda.