[Darris McNeely] Continuamos nuestra serie en el libro de Hebreos capítulo 11, el capítulo de la fe. Hemos llegado al versículo 7 donde habla sobre Noé. Todo el mundo sabe acerca de él: construyó el arca con la ayuda de 8 personas, su familia, y el mundo que Dios destruyó en ese momento con un diluvio a causa de su maldad. Capítulo 11:7 cubre a Noé en un verso y dice: “Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe”.
Noé, su arca, una historia bien conocida. No se necesita mucha explicación para obtener el contexto de esto, pero lo que nos dice aquí es que lo hizo porque fue advertido de cosas que aún no se veían. Tienes que entender que cuando Dios le dijo, construye esta arca porque voy a destruir al mundo con un diluvio, Noé estaba siendo enfrentado a algo que nunca había hecho. Probablemente no era constructor de grandes barcos, y no vivía en un gran puerto. El mundo nunca había sido destruido por un diluvio. Y para tu conocimiento, probablemente, una advertencia que nunca, había sucedido.
Así que hubo una serie de improbabilidades. ¿Qué haces con esto? Eso es lo que a veces es la fe. Es actuar sobre cosas que no se ven o vivir de una cierta manera evitando sucesos que tal vez puedan venir que no han sucedido porque crees que las acciones tienen consecuencias. Todo esto tuvo que tener en cuenta Noé en lo que hizo, además de que tuvo que soportar por muchos, muchos años la construcción de este barco, el trabajo de hacerlo, probablemente el ridículo. Él es llamado en otros lugares pregonero de justicia. No hay duda de que Noé trabajó mucho tiempo y no solo en la construcción del arca, sino predicando una alerta que iba a venir y ofreciendo a través de esa arca un camino de salvación, una manera de escapar de lo que Dios dijo que vendría. Y esa fue la destrucción a causa del pecado. Todo esto influyó en la fe que Noé tenía por sus acciones les dijo que están siendo advertidos de cosas que todavía no se habían visto. Pero él llegó a ser un heredero de justicia.
Vivimos en la época actual y Jesucristo mismo llegó a decir que los tiempos previos a su segunda venida serían como los días en los tiempos de Noé. La gente estaría bebiendo, casándose, dándose en matrimonio y preocupándose de los negocios de su vida.
Incluso Jesucristo mismo en Mateo 24 se refirió al ejemplo de Noé como un sonido de alerta para nuestros días (Mateo 24:36-39). Volvamos a Hebreos 11:7 y veamos lo que él nos dice, ciertamente a través de una vida de fe que atendamos lo que Dios habla y que actuemos en justicia para evitar no solamente circunstancias desagradables y consecuencias en nuestra vida personal, sino también lo que Dios dice que vendrá sobre el mundo en los tiempos del fin. Noé, su vida, su ejemplo definitivamente nos habla hoy.
