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Jeremias

  • por Mario Seiglie
Antes de terminar el estudio sobre la vida de Jeremías, nos queda leer el relato que entrega de la destrucción de Jerusalén.
  • por Mario Seiglie
Al no arrepentirse Judá, tal como Dios había profetizado, Jerusalén es conquistada y destruida por los babilonios (586 a.C). Jeremías es llevado a Ramá, la jefatura de los babilonios en Judá, donde es liberado. Lo dejan escoger entre vivir cómodamente en Babilonia o quedarse con los pobres en Judá. Jeremías escoge quedarse para ayudar a ese pobre remanente.
  • por Mario Seiglie
La situación en Judá sigue empeorando. Jeremías nos muestra su dolor por el pecado que veía a su alrededor, ejemplo que debemos seguir. “¡Oh, si mi cabeza se hiciese aguas, y mis ojos fuentes de lágrimas, para que llore día y noche los muertos de la hija de mi pueblo!...
  • por Mario Seiglie
Comenzamos ahora el segundo libro de los profetas, Jeremías. Lo primero que veremos es lo bien que se complementa con Isaías. Es como el guante a la mano. Desde luego que se debe a que tienen un autor en común – Dios. Como dice Pedro: “...porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:21).