"Porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros" (1 Corintios 5:7).
Guardar la Pascua cada año nos recuerda que Dios es quien perdona nuestros pecados, quien nos concede vida eterna en Su Reino a través del sacrificio de Jesucristo, nuestra Pascua. Esta conmemoración es un memorial del continuo rol de nuestro Creador en la salvación de la humanidad.