"Así los esparció el Eterno desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad" (Génesis 11:8).
Hace mucho tiempo, una antigua civilización se rebeló contra Dios, se reunió y trató de construir una torre hasta el cielo. En respuesta, Dios dividió sus lenguas y les dispersó por todo el mundo. Ahora, miles de años más tarde, cada región del mundo tiene su propia historia ... y futuro compartido. Obtenga aquí la información que le permitirá centrarse en una región específica con los enlaces de la derecha.