"Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo" (2 Corintios 10:4-5).
Algunos hábitos en la vida pueden ser destructivos así como una lucha hasta el final. Cuando tenemos problemas los dejamos ir, es tiempo de volvernos a Dios y buscar Su ayuda para eliminarlos. A continuación, encontrará recursos tanto para identificar y superar las adicciones que nos separan de Dios.