¿Se acabará el mundo en 2012?

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¿Se acabará el mundo en 2012?

Muchas personas darían cualquier cosa por saber lo que les depara el futuro. Esto ha sido un hecho desde los mismos comienzos de la existencia humana.

Los apóstoles de Jesucristo no fueron la excepción. Cristo frecuentemente les hablaba acerca de su retorno, cuando volvería a morar con ellos aquí en la tierra y gobernaría sobre todas las cosas en el futuro reino de Dios.

Poco antes de morir, Jesús se hallaba junto a sus discípulos en la zona del espléndido Templo del Monte. Jesús les dijo que este templo, del cual los judíos se sentían sumamente orgullosos, algún día sería demolido hasta sus mismos cimientos (Mateo 24:1-2).

Con toda seguridad los apóstoles deben haberse sentido impactados y sorprendidos ante las afirmaciones de su maestro, y ello los motivó a formular la pregunta cuya respuesta todos los cristianos, desde los del primer siglo hasta nuestros días, han deseado ardientemente conocer: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?” (Mateo 24:3).

Dicha conversación tuvo lugar hace casi 2.000 años. Jesús no retornaría durante la vida de quienes lo escucharon decir estas cosas, aunque aparentemente, por muchos años ellos esperaron que sí lo hiciera. Todos murieron, siempre a la espera del regreso del Rey de Reyes (Apocalipsis 19:16).

Mientras estuvieron vivos, predicaron una y otra vez la promesa de su venida y desearon fervientemente su retorno. Pedro, uno de los doce discípulos, hizo una advertencia a sus contemporáneos, que quedó registrada y ha resonado a través de los siglos, y que en la actualidad todavía tiene validez para quienes la leen. Él escribió que algunos escépticos (“burladores”, como él los llamaba) dirían: “¿Dónde está la promesa de su advenimiento? (2 Pedro 3:4). Y él les respondió por adelantado: “El Señor no tarda su promesa” (v. 9).

Cuando Jesús regrese, el mundo gobernado por los seres humanos, este “presente siglo malo” (Gálatas 1:4), llegará a su fin.

 

Profecías de fabricación humana sobre el Apocalipsis venidero

Cuando los discípulos de Jesús le preguntaron cuándo vendría el fin, él les habló de señales y eventos que sucederían durante el período previo. No obstante, también les dijo: “Pero el día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre” (Mateo 24:36).

Pero esta declaración de Jesús no ha impedido que el ser humano haga profecías descabelladas. Personas de todo tipo y origen se han contagiado con una adicción a la profecía. En su libro Will the World End in 2012? (¿Se acabará el mundo en 2010?), Raymond Hundley hace referencia a un sitio de Internet que cita “149 predicciones distintas sobre el apocalipsis final, hechas entre los años 44 d.C y 2008” (p. ix).

Las predicciones sobre el fin del mundo no acabaron en 2008. Por el contrario, la avalancha de teorías ha ido en aumento. Muchas de las profecías hasta se centran en un día específico: el 21 de diciembre de 2012.

Esta fecha ha sido llamada “la fecha más enigmática de la historia”. Las perspectivas de quienes señalan este día son muy variadas, y van desde lo religioso hasta lo secular. Según ellos, los eventos que gatillarán el cataclismo final incluyen descripciones de una horrorosa caldera fraguada por el hombre.

Pero, ¿sucederán realmente estas cosas? En beneficio de su salud espiritual y paz mental, es indispensable que usted esté bien cimentado en las verdades bíblicas. Hay muchos engañadores en el mundo, y de hecho, las Escrituras nos dicen que Satanás “engaña al mundo entero” (Apocalipsis 12:9). Por esta razón, Jesús advierte a sus discípulos: “No dejen que nadie los engañe” (Mateo 24:4, Nueva Traducción Viviente).

Muchas personas prefieren adoptar sus propias interpretaciones en cuanto al futuro, pero nuestra única guía debe ser la Biblia. Ella está llena de profecías acerca del fin del mundo.

También debemos tener cuidado en cuanto a la interpretación que algunas personas dan a las profecías bíblicas que se refieren al tiempo del fin. Aunque con el correr del tiempo logremos tener una mejor idea del marco histórico respecto al retorno de Cristo y veamos a nuestro derredor el cumplimiento de ciertas profecías, las páginas de la historia están colmadas de fechas erróneas establecidas por algunos para tratar de predecir el tiempo del fin.

Igual como Mark Hitchcock escribió en su libro 2012: The Bible and the End of the World (2012: La Biblia y el fin del mundo), “La predicción más antigua sobre el inminente fin del mundo de que se tiene registro fue grabada en una tablilla de arcilla asiria, que declaraba: ‘Nuestra tierra está degenerada en estos días postreros. Hay señales de que el mundo está acercándose rápidamente a su fin. El soborno y la corrupción son algo común’” (2009, p. 102).

Es muy sensato apegarnos a lo que la Biblia dice en vez de poner atención a los profetas autoproclamados. ¿Qué es lo que hacen algunos profetas de fatalidades? Hitchcock dice: “Ellos consultan la Biblia y la consideran confiable cuando sienten que ella apoya su teoría acerca de 2012, pero cuando contradice y desafía sus creencias, la rechazan y en algunos casos hasta la ridiculizan” (p. 92).

 

El día anticipado: 21 de diciembre de 2012

¿Por qué tantos han escogido el 21 de diciembre de 2012 como el día de la catástrofe? En gran parte, debido a los cálculos basados en los calendarios de los antiguos mayas.

Los pueblos mayas se situaban en América Central, y el apogeo de su civilización duró aproximadamente desde el año 250 al 900 d.C. Los sacerdotes mayas diseñaron un sistema de conteo del tiempo conectado a la observación astronómica, que algunos consideran más exacto que el calendario que usamos actualmente. Esto, a pesar de que no tenían telescopios y solo se valían del simple ojo para estudiar el firmamento.

¿Cómo era este calendario?

“Basándose en sus estudios de astronomía, los mayas crearon un sistema de calendario que trazaba la historia del tiempo comenzando con el comienzo del mundo actual, el día 11 de agosto del año 3114 a.C. Usando un sistema de calendario lunar, los mayas medían el tiempo en unidades de veinte. Veinte kin (días) componían un winal (mes); 18 winales completaban un tun (año); 20 tuns hacían un katun (20 años); y 20 katuns hacían un baktun (400 años).

“Para designar una fecha específica, ellos la registraban basándose en cuán lejos se hallaba del comienzo de la creación. . . La importancia del calendario maya es que parece predecir 13 baktuns como el periodo final de la presente era mundial. Después de fechar cada año desde el inicio del tiempo, el calendario concluye abruptamente al final del decimotercer baktun.

“Al convertir el calendario maya al calendario gregoriano que utilizamos hoy en día, da como resultado el día 21 de diciembre de 2012 como la fecha de término de la presente era” (Hundley, pp. 7-8). Esta fecha coincide con la temporada del solsticio de invierno.

“La obsesión maya respecto al tiempo se refleja en el hecho de que ellos desarrollaron 20 calendarios diferentes. . . los mayas se basaban en tres calendarios principales para llevar la cuenta del tiempo: tres calendarios que son los más relevantes en esta teoría del 2012. . . La tercera medida maya del tiempo se conoce como el Calendario de Cuenta Larga. Se usaba para documentar los ‘ciclos de la edad del mundo’ que se repiten continuamente.

“Este calendario estaba dividido en cinco unidades que se extendían hacia adelante y hacia atrás a partir de la mítica creación de los mayas, que según ellos creían, había ocurrido el 11 de agosto de 3114 a.C. . . El año 2012 es el año en que supuestamente debe terminar el quinto gran ciclo. Este es el origen de la creencia de que el fin de los días es el año 2012” (Hitchcock, p. 32-33).

 

Creencias de origen no bíblico

¿De dónde recibieron los pueblos mayas los conceptos religiosos y cosmológicos relacionados con su calendario? Ciertamente, no vinieron del Dios de la Biblia. De hecho, los mayas practicaban abominables ritos religiosos que son fuertemente condenados en la Biblia, tales como los sacrificios humanos.

“Los mayas practicaban el sacrificio humano como parte de su religión, valiéndose frecuentemente de niños para este ritual en que el sacerdote cortaba y abría el pecho del infante aún vivo y le extraía el corazón, como un sacrificio para los dioses. De hecho, para celebrar el comienzo de un nuevo año, los mayas ‘arrancaban el corazón de una víctima sacrificial. . . y encendían una llama en su cavidad torácica abierta’” (Hundley, p. 5).

Como observa Mark Hitchcock, “Gran parte de la barbárica y sangrienta ‘adoración’ de los mayas, incluidos los sacrificios humanos, pueden explicarse si reconocemos que estaba diabólicamente motivada por el verdadero poder detrás de sus dioses de piedra” (p. 41).

Los dioses del paganismo no son reales, pero el diablo y sus demonios sí están detrás de una gran parte de la religión falsa, y en ocasiones hasta actúan como estos dioses falsos. El apóstol Pablo escribió que “lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios” (1 Corintios 10:20; compare con Levítico 17:7; Deuteronomio 32:17; Salmo 106:35-38).

 

¿Qué es lo que creen los mayas modernos?

Mientras muchos occidentales creen que el 21 de diciembre de 2012 será una fecha de cataclismos sin precedentes, los mayas modernos en general no lo consideran así. Don Alejandro, un líder maya actual, ha dado su opinión sobre el significado que tendrá aquel tiempo. Él presenta en términos poéticos una época de cambios positivos:

“De acuerdo al Calendario Maya de Cuenta Larga, estamos finalizando el décimo tercer baktun y por lo tanto. . . aproximándonos al AÑO CERO. . . El mundo será transformado y entraremos en un periodo de comprensión y coexistencia armoniosa donde habrá justicia social e igualdad para todos. “Es un nuevo modo de vida.

Con un nuevo orden social viene un tiempo de libertad donde nos podremos desplazar como las nubes, sin necesidad de pasaportes. Viajaremos como los ríos, todos dirigiéndose hacia el mismo punto. . . el mismo objetivo” (citado por John Major Jenkins, The 2012 Story (La historia de 2012), 2009, p. 369).

Otro líder maya, Benito Ramírez Mendota, ofrece otra perspectiva: “Como dijeron los ancianos, todo va a cambiar. El mundo será transformado en esa fecha memorable. Nuestros niños tendrán una perspectiva diferente del mundo. El tiempo habrá pasado y otros seres habitarán el universo” (p.371).

La paz y la armonía no llegarán en 2012, pero sí eventualmente, como veremos. Ambas “profecías” contienen algo de verdad. Pero vale la pena destacar que estos dos líderes mayas no comparten la perspectiva catastrófica sobre el próximo año que mucha gente tiene.

 

¿Y por qué aceptar la profecía maya, después de todo?

Hundley indica respecto a la leyenda maya: “Da la impresión de que si el 21 de diciembre de 2012 fuera una predicción tan demoledora para los mayas del fin del mundo, debió haber sido preservada como parte importante de la herencia cultural y religiosa de esa civilización, incluso hasta la actualidad. Pero, aparentemente, ese no es el caso. Muchos mayas modernos no confirman tal interpretación de su calendario ni de su sistema de creencias, sino que se quejan de que los occidentales han impuesto esta interpretación a los mayas desde sus propias perspectivas y para sus propios propósitos.

“Aún más, incluso si se pudiera probar que los mayas vaticinaron el fin del mundo en 2012, ¿por qué deberían ellos ser considerados profetas?Aunque los mayas fueron destacados astrónomos, esa habilidad suya no necesariamente significa que además de ello eran talentosos profetas.

“De acuerdo a la misma lógica, ¿esperamos que los astrónomos modernos, que han hecho increíbles descubrimientos mediante el uso de sofisticados telescopios y satélites que viajan por el espacio, cuenten con las calificaciones para entregarnos predicciones confiables y detalladas sobre el futuro de nuestro planeta? ¡Por supuesto que no! La idea de que quienes hacen destacadas observaciones astronómicas están calificados por ese motivo para ser videntes, adivinadores y profetas de eventos futuros, es absolutamente infundada”

(p. 17). Vemos, entonces, que la idea de que el calendario maya predice el fin del mundo en 2012 simplemente carece de credibilidad. No significa nada, y algunos ponen atención a este tipo de cosas solo porque nuestro mundo se encuentra en tan lamentable situación.

 

Otras profecías sobre catástrofes

Ciertos vaticinadores ambiciosos parlotean sobre otros relatos de destrucción que, según ellos, ocurrirán en 2012.

¡Han preparado un recipiente que aguanta todo, repleto de todo tipo de tragedias imaginarias que acechan a la vuelta de la esquina! “Sequías mundiales, inundaciones, huracanes, tsunamis, terremotos, erupciones volcánicas causadas por tormentas solares, grietas en el campo magnético de la tierra y extinciones masivas ocasionadas por un invierno nuclear, hambrunas, enfermedades humanas, guerras, cataclismo económico, llamaradas solares masivas, reversión de los polos. . . Todas estas cosas ocurrirán en 2012, según muchas predicciones” (John Claeys, Apocalypse 2012 [Apocalipsis 2012], 2010, p. 1).

Es cierto que algunas de estas cosas están ocurriendo ahora mismo en varias partes del mundo. ¡Y la Biblia profetiza que ciertas catástrofes alcanzarán dimensiones globales antes del fin de esta era! Pero el año 2012 no es el momento en que sucederán los eventos más espantosos del futuro. Y también es cierto que algunas de estas amenazas son muy reales. Uno de los eventos con más probabilidades de hacerse realidad es la erupción de un super volcán. La Sociedad Geológica de Londres ha declarado que “tarde o temprano”, la erupción de un gran volcán congelará el planeta y amenazará la existencia de la civilización humana.

La gigantesca caldera que se halla bajo el Parque Nacional Yellowstone, en Wyoming, Estados Unidos, es una de estas posibilidades. “La erupción del volcán Mount Helen en 1980, que alcanzó una magnitud grado 5, hizo volar el lado de la montaña, destruyó varios kilómetros de bosques en sus faldeos, provocó 3 mil millones de dólares en daños, y mató a 57 personas. La Encuesta Geológica de los Estados Unidos la describió como ‘el peor desastre volcánico registrado en la historia de los Estados Unidos’. Una erupción de gran intensidad en Yellowstone sería mil veces más potente” (Super Volcano [Super volcán], Greg Breining, 2007, p. 229).

“Pero Yellowstone no es la única caldera de magma, ni siquiera en los Estados Unidos. Hay al menos una más en Long Valley, California, cerca del Parque Nacional de Yosemite y del popular centro de esquí de Mammoth Lakes. Otros sitios posibles son Japón, Nueva Zelanda, los Andes e Indonesia. Yellowstone es la más estudiada de todas. . . Se ha observado que el área está continuamente bajo actividad sísmica, y que sin ninguna duda, hará erupción nuevamente en algún momento” (The Real Story of the End of the World [La verdadera historia del fin del mundo], Sharan Newman, 2010, p. 288).

Los alcances de un desastre semejante desafían la imaginación. ¿Ocurrirá ello en 2012? No lo sabemos. Podría ocurrir este año o en 2013 –o muchos años después. O puede que nunca suceda, al menos en el futuro próximo, si Cristo se encarga del problema después de su regreso.

Sin embargo, las Escrituras sí mencionan que el regreso de Jesucristo estará acompañado de erupciones volcánicas: “Los montes se derritieron como cera delante del Eterno, delante del Señor de toda la tierra” (Salmos 97:5). “Oh Eterno, inclina tus cielos y desciende; toca los montes, y humeen.” (Salmos 144:5).

 

El “Planeta X”

El más devastador de todos los desastres “naturales” profetizados para el tiempo del fin es la posible colisión o cuasi colisión de otro planeta con la Tierra. El misterioso cuerpo espacial que supuestamente nos amenaza ha sido llamado “Planeta X” o “Planeta Nibiru”, cuya llegada algunos esperan para el 12 de diciembre de 2012.

Pero, ¿qué evidencia hay de que esto verdaderamente ocurrirá? No existe ninguna evidencia científica que respalde esta idea. Esta noción no se originó en señales de radio provenientes del cosmos, sino que por el contrario, ha sido supuestamente canalizada por medio de la médium y embajadora zeta Nancy Lieder, que ha estado en contacto con. . . extraterrestres altruistas” (The Hunt for Planet X [La búsqueda del planeta X], Govert Schilling, 2009, p. 115).

¿Quiénes son los zetos y quién es Nancy Lieder? Esta es la respuesta: “Nancy tenía tan solo nueve años cuando sucedió. Algo que parecía ser una luz muy brillante descendió del cielo y se estrelló en el campo próximo a su casa. Los padres de la niña andaban de compras, así es que le tocó a ella sola investigar el extraño suceso. A medida que se arrastraba cerca del sitio del impacto, se aterrorizó al ver lo que parecía una nave espacial flotando sobre el suelo. Cuando se abrió una de las puertas de la nave, Nancy se desmayó.

“Al volver en sí, se hallaba dentro de la nave y seres muy extraños la rodeaban, observándola. Al intentar hablar, uno de los zetas le dijo que se quedara quieta. Un largo brazo mecánico con un dispositivo en la punta comenzó a acercarse cada vez más a su cabeza. Cuando el dispositivo tocó su cuero cabelludo, Nancy se volvió a desmayar.

“Cuando despertó, se encontraba dentro de su casa. Uno de los extraterrestres la estaba depositando delicadamente sobre su cama, y luego le dijo: ‘Nancy, no temas. Tú has sido escogida de entre todos los habitantes de la Tierra. Estamos muy preocupados por lo que está pasando en tu planeta. El dispositivo que colocamos en tu cabeza nos permitirá comunicarte mensajes para todos los terrestres” (Hundley, p. 63). Esta es una historia inventada o un encuentro con demonios.

Govert Schilling es un escritor astronómico aclamado internacionalmente. Tanto él como algunos prominentes científicos han demolido la historia del Planeta X o Nibiru. Schilling presentó este interesante comentario respecto al planeta X: “Quiere decir que hay mucho trabajo por delante para los demoledores: los arqueólogos y astrónomos que le darán una mirada larga y escéptica a toda esta ola de desatino relacionada con Nibiru, y que tendrán que explicar con precisión científica los errores de este cuento de hadas cósmico. Tendrán muchísimo que hacer en los próximos años.

“Y el 22 de diciembre de 2012 habrá un nuevo embuste dando vueltas y el circo empezará de nuevo. Porque a pesar de los numerosos cuerpos celestiales que siguen descubriéndose en nuestro sistema solar, siempre habrá la necesidad de que haya uno más, el misterioso Planeta X” (Schilling, p. 117).

 

¿Qué debemos esperar?

En efecto, el 21 de diciembre de 2012 vendrá y se irá. Llegará el 22 de diciembre, y la Tierra seguirá adelante. Lo mismo pasará con otras nuevas teorías sobre fechas exactas en las que ocurrirá el fin del mundo.

Estos vaticinios han sido transmitidos por voces estridentes durante miles de años, y podemos tener la seguridad de que continuarán. Lamentablemente, muchos usarán ésta y otras predicciones falsas como una excusa para desacreditar los eventos futuros profetizados en la Biblia. No cabe duda de que seguiremos viendo un gran incremento de gente que se burlará de todo lo que respecta a la segunda venida de Cristo, como mencionó el apóstol Pedro. Pero de algo podemos estar seguros: las profecías de la Biblia no son predicciones falsas como los exagerados vaticinios de lo que supuestamente ocurrirá en 2012. Lo que Dios ha revelado en su Palabra sucederá inevitablemente, aunque no sabemos exactamente cuándo. ¿Qué debemos hacer, entonces?

Jesucristo es bastante explícito: “Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis” (Mateo 24:44).

¿Qué quiere decir él con estas palabras? Que necesitamos estar preparados en todo tiempo para el fin del mundo. Jesús regresará, y en el libro de Apocalipsis él afirma seis veces que “viene pronto”.

La vida de cualquiera de nosotros podría llegar a su fin hoy o mañana. “Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece” (Santiago 4:14). Sin importar cuándo muramos, el retorno de Jesucristo ocurrirá para nosotros en nuestro siguiente segundo de conciencia. Si hemos vivido una vida de servicio a Dios, nos será dada la vida eterna en ese momento y seremos recompensados de acuerdo a nuestras obras (Mateo 16:27).

¡Estas son las buenas noticias contenidas en la Biblia! Son verdades muy preciosas, que pueden darle un significado invalorable a su vida.

Para demasiadas personas la vida es algo vacío y que carece de un propósito trascendental. En su libro Encyclopedia of Biblical Prophecy (Enciclopedia de profecía bíblica), Barton Payne resume muy bien este problema: “Vivimos en un mundo incierto. Los hombres actuales buscan por todas partes su significado, de manera desesperada y casi patética. Porque aunque hemos acumulado conocimiento, parece que hemos perdido la verdad. En efecto, al separarse de Dios y de sus palabras reveladas que constituyen la Biblia, la humanidad y la vida parecen ser básicamente carentes de propósito.

“No obstante, el Señor de la gracia, que una vez envió a su hijo Jesucristo para redimir al mundo (Juan 3:16), algún día lo enviará nuevamente para guiar a este mundo a fin de que llegue a la meta que él diseñó, la de glorificar a Dios (Romanos 11:36). Esta es la esperanza que satura toda la Escritura” (1973, p. v).

La segunda venida de Cristo es la profecía bíblica más segura de entre las que todavía están por cumplirse en el futuro. Más de 500 versículos en la Biblia se refieren específicamente a varios aspectos de este monumental y trascendental evento.

Aunque no sabemos exactamente cuándo retornará Jesucristo, las señales mundiales indican que estamos en los tiempos del fin. La declaración de Pablo en 1 Corintios 7:31 adquiere más significado con cada día que pasa: “Pues este mundo, tal como lo conocemos, pronto desaparecerá” (Nueva Traducción Viviente). Cuando miramos en derredor nuestro, vemos que la mayoría de los pilares de sostén que proveen orden a la sociedad están en peligro. “Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan 2:17).

La humanidad ha ansiado un mundo y una vida mejor desde los mismos comienzos de la vida humana. ¡Y éste ya está a las puertas! Se acerca rápidamente el tiempo en que Dios remecerá a todo el mundo y “vendrá el Deseado de todas las naciones” (Hageo 2:7).

¡Usted debe buscar el conocimiento de Dios y no permitir que se le escape de las manos! Usted puede saber lo que le depara el futuro. Más de una cuarta parte de la Biblia es profecía que en su mayoría todavía está por cumplirse.

La Biblia nos dice que el reino milenario de Jesucristo ya viene (Apocalipsis 20:4), no en el año 2012, ¡pero tal vez no mucho más tarde! Todos los que se arrepientan y reciban a Jesucristo como su Salvador personal y después vivan una vida de obediencia a los mandamientos de Dios, reinarán con él durante ese tiempo, en un mundo de paz. A usted se le ha extendido una invitación. ¡Este es el momento de actuar! BN