¿Por qué Dios permite el sufrimiento?

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Vivimos en un mundo de sufrimiento. Afecta tanto a los justos como a los injustos. Aflige a víctimas inocentes. Para muchas personas, este hecho inquietante es difícil de reconciliar con la idea de un Dios justo e inteligente.

La exposición reiterada a la violencia —ya sea real o fingida— en las noticias y en el entretenimiento, nos endurece frente al verdadero sufrimiento de otros.

Muchas personas creen que si Dios en verdad es un Dios de amor y de misericordia, debería sentirse obligado por su propio carácter y principios a impedir el sufrimiento en el mundo.

Una de las consecuencias de la decisión que la humanidad tomó de vivir contrariamente a las instrucciones de Dios, es que el mundo está a merced de los caprichos del “tiempo y ocasión”, y de las acciones de otros.

En muchos grupos sociales no está de moda creer en Satanás; y aunque para la mayoría existe, no lo consideran como un ser vivo literal.

Sufriremos algunas veces. Si bien no es placentero, debemos tener en mente que puede en ocasiones producir buenos resultados.

Teodoro Roosevelt, como muchos otros, respondió a las pruebas y al sufrimiento haciendo más de lo que hubiera hecho si no le hubieran sucedido semejantes tragedias.

Raramente pensamos acerca de la muerte, bien sea la nuestra o la de alguien más. Cuando muere un ser querido, nos lamentamos, y esto es algo muy natural.

Dios tiene un plan grandioso que va más allá de esta vida.

En esta vida todos enfrentamos dificultades. Estamos expuestos constantemente a dolores y tensiones.