Introducción: Las Fiestas Santas de Dios

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Introducción

Las Fiestas Santas de Dios

Todos los países tienen sus fiestas patrias, recordatorios de importantes acontecimientos en la historia de la nación que proporcionan una continuidad entre el pasado y el futuro.

Los ciudadanos por lo general pueden explicar cuando menos algunos aspectos del significado de tales celebraciones. No obstante, paradójicamente, esos mismos ciudadanos entienden muy poco acerca de las fiestas en las que pretenden honrar y adorar a Dios. Las celebran pasando por alto tranquilamente el verdadero origen de estas prácticas religiosas.

Como resultado, la gente generalmente supone que las festividades de la Pascua Florida, la Cuaresma, la Navidad y muchas otras son representaciones fidedignas de temas bíblicos. Pero en ninguna parte de la Biblia se encuentra mandamiento alguno acerca de tales celebraciones, como tampoco se menciona que la iglesia apostólica las haya guardado. Por otro lado, Dios sí ordena que se celebren varias fiestas, aunque para muchos son casi desconocidas.

Algunas personas se dan cuenta de que en la Biblia se mencionan ciertas fiestas religiosas, pero sólo unos pocos pueden nombrar alguna de ellas o explicar su significado. Por lo general, creen que estas fiestas eran para el antiguo pueblo de Israel y que fueron abolidas después de la crucifixión de Jesucristo. Suponen que tales fiestas simplemente apuntaban hacia Cristo y que si él vivió hace 2.000 años, entonces ya hace mucho tiempo que dejaron de estar vigentes. La mayoría piensa que las fiestas bíblicas no son más que reliquias históricas que en la actualidad carecen de importancia.

Por extraño que parezca, la Biblia contradice estos conceptos tan comunes. Si estamos dispuestos a estudiarla con imparcialidad, veremos que no aprueba las festividades tradicionales del calendario cristiano. Para sorpresa de muchos, el Nuevo Testamento muestra que Jesús guardaba las fiestas bíblicas y que, muchas décadas después de su muerte, sepultura y resurrección, sus discípulos aún seguían su ejemplo y continuaban guardándolas.

Las enseñanzas de los apóstoles después de la resurrección de Cristo también son diferentes de lo que la mayoría de la gente supone. Esas enseñanzas revelan a un Dios cuyo deseo y propósito es que todos los cristianos celebren las fiestas bíblicas, por una razón extraordinaria.

Lo que revelan estas fiestas

¿Por qué quiere Dios que celebremos las fiestas bíblicas? Porque quiere que conozcamos nuestro asombroso potencial humano.

Dios nos revela el gran propósito con el cual puso al hombre en la tierra. Nos revela nuestro grandioso potencial y, además, ¡nos dice cómo podemos alcanzarlo! En el libro de los Salmos encontramos este precepto fundamental: “El principio de la sabiduría es el temor del Eterno; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos” (Salmos 111:10). Por consiguiente, la celebración de las fiestas santas de Dios proporciona la clave que le da sentido a la existencia humana porque nos permite entender el maravilloso plan que Dios tiene para el futuro de la humanidad.

Las fiestas que Dios ha ordenado ocurren en tres épocas del año; estas épocas corresponden a las cosechas temprana y tardía de la primavera y la cosecha temprana del otoño en la tierra del Israel bíblico. Estas fiestas simbolizan las diferentes etapas de la cosecha espiritual por medio de la cual Dios dará vida eterna a la humanidad. Jesús se refirió a esta cosecha en Juan 4:35-38.

Cuando se celebran estas fiestas, sirven como recordatorios perennes de cómo se propone Dios traer vida eterna al hombre. Aunque las decisiones y hechos del hombre lo han apartado constantemente de Dios y han producido sufrimiento y muerte (Proverbios 14:12; Proverbios 16:25; Isaías 59:1-8; Jeremías 10:23), nuestro Creador hará que su plan se cumpla indefectiblemente. Las fiestas bíblicas revelan progresivamente el plan divino para la humanidad y cómo Dios establecerá su reino en la tierra. En esto consisten las buenas noticias —el evangelio— que Jesús predicó (Marcos 1:14-15). (Si desea más información sobre este importante tema, no vacile en solicitar o descargar nuestro folleto gratuito El evangelio del Reino de Dios.)

El plan que Dios tiene para dar vida eterna a los hombres ha existido “desde la fundación del mundo” (Mateo 25:34), y las fiestas santas nos enseñan ese extraordinario plan. Con estas hermosas palabras el apóstol Pablo resumió la profundidad de los designios de Dios: “Nos ha hecho conocer su voluntad secreta, o sea el plan que él mismo se había propuesto llevar a cabo. Según este plan, que se cumplirá fielmente a su debido tiempo, Dios va a unir bajo el mando de Cristo todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra. Dios nos había escogido de antemano para que, por nuestra unión con Cristo, recibiéramos nuestra parte en su herencia . . .” (Efesios 1:9-11, Versión Popular).

Las fiestas religiosas ordenadas en la Biblia nos ayudan a entender el plan maestro —el propósito mismo— de Dios; explican cómo y por qué venimos a ser su pueblo. Notemos esta descripción del grandioso futuro que nos espera: “He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios” (Apocalipsis 21:3). Paso a paso, las fiestas de Dios nos muestran cómo este hermoso cuadro se hará realidad.

En el capítulo 23 del libro de Levítico encontramos una lista de las fiestas que Dios ha establecido. Después de hablar acerca del sábado, el día de reposo semanal, el texto describe ciertas prácticas especiales con nombres poco comunes, entre ellos la Fiesta de los Panes sin Levadura, el Día de Expiación y la Fiesta de los Tabernáculos. Al ordenar la celebración de estas fiestas, Dios le dijo a Moisés que hiciera saber al pueblo que “estas son las fiestas solemnes del Eterno” (vv. 4, 37).

La Biblia nos muestra que, a su debido tiempo, Dios enseñará a todo el mundo a guardar estas fiestas (Zacarías 14:16-19). En las páginas de este folleto usted podrá aprender acerca del fascinante propósito de cada una de las fiestas santas de Dios, así como de la maravillosa esperanza que encierran para toda la humanidad.