La Iglesia que edificó Jesucristo

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A lo largo de la historia, los cientos de ramificaciones del cristianismo han adoptado muchas tradiciones que no son bíblicas.

Jesucristo fundó su Iglesia, un grupo de personas transformadas espiritualmente, en la ciudad de Jerusalén.

¿Qué dicen las escrituras acerca del término iglesia?

¿Cómo se puede entender la relación exacta entre la Iglesia del Nuevo Testamento y la congregación de Israel en el Antiguo Testamento?

La Iglesia de Dios no es un edificio, sino un grupo de creyentes que Dios ha invitado a salir del mundo.

Conocer a Dios nos capacita para vencer nuestra ceguera espiritual y someternos a Cristo como personas verdaderamente arrepentidas y dispuestas a seguir su ejemplo.

Jesucristo dio a su Iglesia la responsabilidad de predicar el evangelio del Reino de Dios y de hacer discípulos en todo el mundo.

Jesucristo predicó el “evangelio del reino de Dios” ¿De qué trata ese mensaje? ¿Cuáles son las buenas noticias?

¿Es acaso cierto que esta época en que vivimos es el único tiempo de salvación?

Jesús y sus apóstoles hablaron de “falsos profetas”, “falsos apóstoles” y “falsos hermanos”.

Desde el tiempo de la Reforma gran parte de la cristiandad ha tenido un concepto paradójico de la ley de Dios.

En los capítulos 2 y 3 del Apocalipsis podemos ver que Jesucristo envió un mensaje diferente a cada una de las siete iglesias que había en la provincia romana de Asia.

Si desea encontrar al verdadero “pueblo de Dios” —la Iglesia que edificó Jesucristo— necesita conocer las características lo identifican.

¿No debiera usted buscar en su propia Biblia si lo que cree y practica está de acuerdo con lo que enseñaron y practicaron Jesús y los apóstoles?

Los discípulos de Jesús, que sólo eran personas comunes y corrientes, fueron transformados en líderes de extraordinario dinamismo debido al poder del Espíritu de Dios.