La emocionante Fiesta de las Trompetas

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La emocionante Fiesta de las Trompetas

El sonido de clarines me ha llamado la atención desde que era niño, cuando veía muchas películas de vaqueros. Las tramas siempre eran parecidas: todos los que viajaban en una caravana de carretas estaban a punto de ser aniquilados por los indios. ¡La tensión era terrible! Pero en el momento más emocionante y culminante de la película, se escuchaba el sonido de un clarín señalando “¡Al ataque!”, y la caballería de Estados Unidos aparecía galopando sobre la cima de la colina, ¡justo a tiempo para salvar a la caravana!

El uso de trompetas y clarines para enviar señales tiene una larga historia. Es fascinante ver cómo Israel se valía de las trompetas para dar órdenes o anuncios en tiempos del Antiguo Testamento.

Muy pocas personas se dan cuenta de que una de las siete fiestas anuales ordenadas por Dios se llama Fiesta de las Trompetas. Pero, ¿por qué? Note el mandamiento de Dios:

“En el séptimo mes [que corresponde al mes de septiembre/octubre], el primero del mes, tendréis santa convocación [una asamblea de adoración ordenada por Dios]; ninguna obra de siervos haréis; os será día de sonar las trompetas”(Números 29:1; vea también Levítico 23:24, énfasis nuestro en todo este artículo).

En realidad, en el hebreo original no se mencionan las trompetas. La frase “sonar las trompetas” es la traducción de una sola palabra, teruah,que significa hacer un fuerte ruido o clamor. A veces es traducida como “grito”, algo hecho por voces humanas (por ejemplo, en Josué 6:10 dice “gritad”). También es traducida como “pregón” cuando se asocia con el sonido del shofar o cuerno de carnero (Jeremías 4:19).

Otra variación del término se refiere también al sonido de una alarma con trompetas de metal o hatsotserot (Números 10:9 –trompetas de plata en este caso). En Salmos 98 la palabra es traducida como “cantad alegres”, y se refiere a cantar a toda voz como también a tocar trompetas de metal y cuernos de carnero para celebrar (Salmos 98:4-6).

Números 10:1-10 describe el uso de las dos trompetas de plata del tabernáculo: el llamado para reunirse en asamblea, el anuncio de ocasiones y eventos especiales como los días santos y los sacrificios, y los pregones de guerra, como ya se mencionó. Curiosamente, el shofar se utilizaba para muchos propósitos similares; sin embargo, los sacerdotes eran los únicos que estaban autorizados para tocar las trompetas de plata.

De esta manera, producir un sonido fuerte, particularmente a través del cuerno de carnero y otros tipos de trompeta, puede ser tanto una celebración como una urgente advertencia (equivalente a una sirena que anuncia un tornado, por ejemplo). Ambos aspectos constituyen una parte importante de este día santo.

Una poderosa trompeta anuncia la segunda venida de Cristo

La Fiesta de las Trompetas suscita un entusiasmo especial, porque marca el comienzo de la temporada de las cuatro fiestas de otoño. Como sucede con todas las fiestas anuales, necesitamos ir al Nuevo Testamento para comprender plenamente su significado y simbolismo.

Es muy interesante lo que la Biblia revela acerca del llamado de las trompetas en conexión con los eventos futuros que han sido profetizados, ¡eventos simbolizados por la Fiesta de las Trompetas!

Las Escrituras nos dicen que una trompeta hará temblar la Tierra anunciando el evento más importante y emocionante jamás ocurrido a la humanidad: ¡la segunda venida de Jesucristo! ¡Este será el momento más crucial y culminante de toda la historia humana!

Note cómo describió Jesús su futuro regreso: “Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro” (Mateo 24:30-31).

Otro gran evento: la resurrección de los santos

Otro acontecimiento de extraordinaria envergadura que tendrá lugar al regreso de Cristo será la resurrección de los fieles siervos de Dios, los santos.

Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento usan frecuentemente la palabra “santos” para referirse a los fieles seguidores de Dios. En el Nuevo Testamento éstos son también llamados “electos”, o aquellos que han sido seleccionados o escogidos (como dice en Mateo 24:31).

El apóstol Pablo escribió: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:16-17).

La resurrección de los santos a la vida espiritual glorificada para reinar con Cristo es llamada en las Escrituras “la primera resurrección”. Mil años más tarde habrá una segunda resurrección para “los otros muertos” (Apocalipsis 20:5-6).

1 Corintios 15 habla principalmente sobre la resurrección de los santos  (vv. 12-13 y 20-23). Pablo más tarde describe esta resurrección: “Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual” (vv. 42-44).

Luego Pablo especifica cuándo se llevará a cabo esta resurrección: “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad” (1 Corintios 15:51-53).

¿Es esto un “rapto secreto”? ¡De ninguna manera! La idea popular de un “rapto” contiene una pizca de verdad mezclada con muchos errores. Cristo regresará “con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios” (1 Tesalonicenses 4:16). ¡Será todo, menos un “secreto”!

Y aunque muchos de los santos serán protegidos durante la gran tribulación de los últimos tiempos (vea Apocalipsis 12:12-17), este acontecimiento tendrá lugar en la Tierra, no en el cielo. De hecho, la recompensa de los santos no consiste en irse al cielo cuando mueren, como tantos piensan, sino en vivir eternamente en el Reino de Dios, el que Cristo establecerá sobre la Tierra cuando regrese (Mateo 5:5; 6:10; Apocalipsis 5:10).

Aquellos que sean parte de la primera resurrección reinarán con Cristo aquí en la Tierra. Luego se les ofrecerá la vida eterna a todos quienes habiten la Tierra durante el Reino de Dios (para aprender más, lea nuestros estudios bíblicos gratuitos El cielo y el infierno y Usted puede entender la profecía bíblica).

Un libro cerrado con siete sellos

Muchas personas tienen una perspectiva muy limitada con respecto a Jesucristo y piensan en su primera venida solamente como el Salvador que sufrió y como el Cordero de Dios. Pero él, junto con el Padre, es un Dios misericordia y perdón, pero también de justicia y juicio. Cuando Jesús venga por segunda vez, será como “el León de la tribu de Judá” y castigará a quienes se rebelen contra Dios (Apocalipsis 5:5). Esto será esencial en la preparación del camino para la verdadera paz en la Tierra.

La secuencia de eventos de los tiempos del fin es representada a través de Cristo, quien abre un libro rompiendo uno a uno sus siete sellos (Apocalipsis 5). La secuencia de estos sellos es la misma de los eventos que Jesús describió en su profecía acerca de su regreso y que está registrada en Mateo 24, Marcos 13 y Lucas 21. Estas crisis irán aumentando en frecuencia e intensidad, hasta llegar a su culminación en este tiempo del fin.

La apertura de los primeros cuatro sellos devela lo que comúnmente se conoce como “los cuatro jinetes del Apocalipsis”, que representan la religión falsa, la guerra, la hambruna y la muerte por pestilencias y todo tipo de desastres (vea Apocalipsis 6:1-8). El quinto sello representa la persecución al pueblo de Dios y la gran tribulación, cuando Dios se valdrá de las naciones gentiles para castigar a las naciones modernas habitadas por los descendientes de la antigua nación de Israel (Apocalipsis 6:9-11; Mateo 24:21; Jeremías 30:7).

Luego, “inmediatamente después de la tribulación” y junto con la apertura del sexto sello (Mateo 24:29-30; Apocalipsis 6:12-16), se manifestarán las señales celestiales.

El séptimo sello: el Día del Señor

Las señales celestiales del sexto sello anuncian el Día del Señor, en el cual la gente clamará, llena de temor: “porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie” (Apocalipsis 6:17). De la misma manera, el profeta Joel nos dice que las señales celestiales ocurrirán justo “antes que venga el día grande y espantoso del Eterno” (Joel 2:31). Por lo tanto, el período del séptimo sello descrito en Apocalipsis es el Día del Señor.

La mayor intervención de Dios en la Tierra se llevará a cabo en este Día del Señor. Nuestra era actual es el “día” de Satanás, cuando “el mundo entero está bajo el maligno” (1 Juan 5:19). El Día del Señor comenzará cuando Cristo empiece a tomar nuevamente el control y juzgue severamente a las naciones rebeldes que desafíen a Dios.

Joel dice: “porque grande es el día del Eterno y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?” (Joel 2:11; vea también Joel 1:15; 2:1; 3:14). Como vimos en Apocalipsis 6:17, el Día del Señor también es llamado “el gran día de su ira”. Numerosas otras profecías describen la gran ira de Dios hacia las fuerzas del mal durante el Día del Señor.

La apertura del “séptimo sello”, el cual es el Día del Señor, revela a “siete ángeles” con “siete trompetas” (Apocalipsis 8:1-2). Cada sonido de trompeta anuncia terribles calamidades que afligirán a la rebelde humanidad. El toque de estas trompetas ocurre aparentemente a lo largo de todo un año, ya que Isaías 34:8 se refiere a este tiempo como “el día de venganza del Eterno, año de retribuciones en el pleito de Sion”. Similarmente, la plaga de una de las trompetas dura cinco meses, como veremos en un momento.

Este año tiene lugar al final del periodo de terribles tribulaciones, y concluye con el regreso de Jesucristo y la resurrección. Si consideramos que las siete trompetas de advertencia son tocadas durante este período, pareciera ser que la Fiesta de las Trompetas abarca todo este lapso de tiempo y no solo el regreso de Jesucristo y la resurrección que ocurre al final. Sin embargo, estos eventos postreros que ocurren después de la última trompeta son ciertamente el punto culminante.

Podemos confiar plenamente en que a pesar de que Jesucristo enviará plagas y otros castigos sobre la Tierra, él protegerá a sus fieles seguidores (aunque de que permitirá que algunos sean martirizados). A ellos él les promete: “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la Tierra” (Apocalipsis 3:10; vea también Apocalipsis 7:3).

El sonido de las siete trompetas

Después del sonido de las tres primeras trompetas, sobreviene una destrucción devastadora a la Tierra (Apocalipsis 8:1-11). La cuarta trompeta anuncia un tiempo de gran oscuridad (v. 12).

Cuando el quinto ángel toca la trompeta, un formidable ejército irrumpe en la escena con gran poderío, el que será usado en contra de sus enemigos “para dañar a los hombres durante cinco meses” (Apocalipsis 9:1-12).

Cuando el sexto ángel toca la trompeta, un gigantesco ejército de 200 millones se moviliza desde Oriente, provocando la muerte de un tercio de la humanidad (vv. 13-21). Uno podría pensar que después de esto los sobrevivientes tienen el suficiente sentido común como para temer a Dios y arrepentirse de sus pecados, pero no es así: “no se arrepintieron” (vv. 20-21).

Cuando el séptimo ángel toca la trompeta, anuncia simultáneamente acontecimientos tan maravillosos como aterradores. Los eventos maravillosos son la coronación de Jesucristo como Rey de reyes, su regreso para gobernar sobre todas las naciones, y la resurrección de los santos “a la final trompeta” (1 Corintios 15:52). Y los eventos aterradores serán una serie de siete plagas, como veremos.

Apocalipsis 11:15 proclama: “Tocó el séptimo ángel su trompeta, y en el cielo resonaron fuertes voces que decían: El reino del mundo ha pasado a ser de nuestro Señor y de su Cristo,y él reinará por los siglos de los siglos”.

La advertencia de la séptima trompeta

Note lo que sigue en Apocalipsis 15:1: “Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios”.

Apocalipsis 16 enseguida procede a describir las siete últimas plagas. La primera es una terrible pestilencia que cae sobre la gente, la segunda sobre el mar y sus criaturas, y la tercera sobre todos los ríos y manantiales de agua. La cuarta plaga afecta al Sol, lo que genera un calor abrasador. La quinta plaga trae consigo tinieblas y llagas extremadamente dolorosas.

Pero la profecía nuevamente menciona con antelación que a pesar del terrible dolor y sufrimiento, estas personas “no se arrepintieron de sus obras” (vv. 9-11). Sin embargo, incluso los testarudos tendrán la oportunidad de recibir salvación. Después de morir y ser resucitados mil años más tarde, por fin tendrán una mente receptiva a las enseñanzas de Jesús.

El sexto ángel anuncia a un enorme ejército que viene de Oriente, liderado por Satanás y sus demonios. Ellos “van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso” (vv. 12-14).

“Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón” (v. 16). Armagedón significa “monte” (o “colina”) de Megido. Este lugar, ubicado al noroeste de Jerusalén, en el pasado fue un conocido punto de encuentro de ejércitos. Otras escrituras muestran que “la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso” será en Jerusalén o en sus alrededores.

¡El séptimo ángel anuncia cataclismos increíbles! “Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra . . . Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande” (vv. 18-21).

¡Luego llega el Comandante y su caballería celestial para la batalla final!

El triunfante regreso de Jesucristo

Apocalipsis 17 describe un poderoso y malévolo sistema mundial llamado “Babilonia la grande”. Sus ejércitos y los ejércitos de sus enemigos están a punto de atacarse mutuamente, cuando de pronto comienzan a combatir en contra de Jesucristo, quien regresa a la Tierra. Apocalipsis 17:14 dice: “Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles”. Apocalipsis 18 describe a continuación la caída de este sistema llamado Babilonia.

Apocalipsis 19 comienza describiendo escenas que tienen lugar en el cielo. Después, Apocalipsis 19:7-9 se refiere a “las bodas del Cordero”, a “su esposa” (la Iglesia), y a “la cena de las bodas”.

¡Luego leemos acerca de la increíble llegada y conquista de Jesucristo y sus ejércitos! “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea” (v. 11).

“Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos” (v. 14).

“Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de reyes y Señor de señores” (v. 16).

El resto del capítulo nos dice que todos los que hayan intentado hacer guerra contra él morirán.

Dios revela más acerca de la batalla final en Zacarías 14:1-5. Estas son algunas porciones de ese capítulo: “He aquí, el día del Eterno viene”. “Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén”. “Después saldrá el Eterno y peleará con aquellas naciones”. “Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente”. “Y vendrá el Eterno mi Dios, y con él todos los santos”.

El simbolismo de la Fiesta de las Trompetas

Entonces, ¿qué representa la Fiesta de las Trompetas? Representa todo lo que ocurre desde el momento en que el ángel toca la primera trompeta hasta que Cristo conquista a sus enemigos a su regreso. Nos advierte de catástrofes globales y de guerras y, sin embargo, al mismo tiempo celebra la venida de Jesucristo como Rey y la resurrección de sus seguidores. ¡Esto allana el camino para que por fin haya paz sobre la Tierra y Jesús venga a establecer su Reino y comience a gobernar el mundo! Las tres fiestas anuales que siguen explican el resto de la historia.

La Fiesta de las Trompetas es un día santo en el cual los miembros de la Iglesia de Dios Unida, que publica Las Buenas Noticias, tendrán servicios religiosos en muchos lugares alrededor del mundo. Esta fiesta es un tiempo para regocijarse ante Dios, ya que representa la dramática intervención de nuestro Creador en los asuntos de este mundo por el bien de la humanidad. Además, es una oportunidad de adorar a Dios con alegría y de recordar lo que este día representa en su plan.

Este día santo suscita una gran anticipación de aquel tiempo en que “el Eterno será rey sobre toda la tierra” (Zacarías 14:9). BN