Lección 2 - Trasfondo histórico de los evangelios: El nacimiento de Jesucristo

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Lección 2 - Trasfondo histórico de los evangelios

El nacimiento de Jesucristo

En el primer capítulo de su evangelio, Juan habla de la preexistencia de Cristo. Lucas, por su parte, comienza su relato con el nacimiento de Juan el Bautista, demostrando la incuestionable unidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento.

El mensajero que prepararía el camino

El Antiguo Testamento concluye en Malaquías 3 y 4 con la promesa de que Dios enviaría un mensajero, semejante al profeta Elías, a preparar el camino para la venida del Mesías. Lucas comienza con el cumplimiento de esa promesa relatando el nacimiento de ese mensajero, a quien el ángel Gabriel le dio el nombre Juan antes de que naciera.

Cuando se abre el telón del Nuevo Testamento, la escena en el libro de Lucas comienza en Jerusalén, donde un anciano sacerdote entra al lugar santísimo del templo para ofrecer incienso sobre el altar. Todo parece bastante normal, pero aquí es donde empieza el cumplimiento de la venida de aquel profeta semejante a Elías — Juan el Bautista. Durante su ministerio se inició una época de grandes milagros, esperada durante unos 400 años.

Lucas 1:5 dice así: “Hubo en los días de Herodes, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías”. De acuerdo al historiador judío Josefo, cada una de estas 24 órdenes tenía 800 sacerdotes (unos 20 mil en total). Zacarías fue escogido para ser el padre del mensajero que nacería, Juan el Bautista.

El relato continúa: “Su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet. Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor . . . Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada. Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase, conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario
del Señor . . .

“Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor. Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra [es decir, sería nazareo, ver Números 6], y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías” (Lucas 1:5-17).

Ambos eran ya muy ancianos como para tener hijos, así que Zacarías se sorprendió con la noticia y dudó de la profecía. Como resultado, el ángel Gabriel le dijo que por su incredulidad quedaría mudo hasta el nacimiento de su hijo. Poco después, la anciana Elisabet quedó embarazada —un gran milagro debido a su avanzada edad— y se escondió durante cinco meses, o hasta que su embarazo se hizo tan evidente como para disipar las dudas de cualquier posible escéptico.

Una concepción milagrosa

Ahora la escena de los asombrosos milagros se desplaza hacia el norte de Israel, a la pequeña ciudad de Nazaret. Leamos: “Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María . . . Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre,y su reino no tendrá fin”(Lucas 1:26-33, énfasis nuestro en todo este artículo).

María también se sorprendió cuando el ángel le anunció que quedaría embarazada milagrosamente. Sin embargo, aceptó humildemente la voluntad de Dios. La Biblia dice que cuando ella fue a visitar a su prima Elisabet, “la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre” (Lucas 1:41-42).

María a continuación alaba a Dios cantando un hermoso himno, en el cual humildemente reconoce que siendo una persona pobre y sencilla, no es digna de semejante honor. Reconoce asimismo que es pecadora y que, al igual que todos, necesita un Salvador (Lucas 1:46-55).

Esto dista mucho de lo que María ha llegado a encarnar para algunas iglesias cristianas: un tipo de diosa “inmaculadamente” concebida (como enseñan los católicos) para no llevar el supuesto pecado original, viviendo una vida impecable y convirtiéndose así en una virgen perpetua, y ascendiendo luego al cielo para convertirse en mediadora entre Dios y los seres humanos — una herejía abominable que menoscaba el papel de Cristo como nuestro único mediador y, en cambio, exalta a una fiel integrante de la Iglesia que hasta el presente permanece muerta (ver Juan 3:13; 1 Timoteo 2:5).

El nacimiento de Juan

Unos meses después nació Juan, y su padre recobró el habla. Según el relato de Lucas, hubo muchos testigos presenciales de este hecho: “Y se llenaron de temor todos sus vecinos; y en todas las montañas de Judea se divulgaron todas estas cosas. Y todos los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo: ¿Quién, pues, será este niño? Y la mano del Señor estaba con él” (Lucas 1:65-66). El nombre de Juan significa “El regalo de la gracia de Dios”.

En ese instante, Zacarías fue lleno del espíritu de profecía y describió así el ministerio de su hijo: “Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; porque irás delante de la presencia del Señor, para preparar sus caminos; para dar conocimiento de salvación a su pueblo, para perdón de sus pecados . . . Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz. Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel” (Lucas 1:76-80).

Como Juan tenía un papel vital que cumplir (preparar el camino para el Mesías, exponiendo los pecados de Israel y enfrentando la fuerte oposición de las autoridades), llevó una vida austera y solitaria, al igual que Elías. Juan era firme y directo, no tímido ni pusilánime. Eso es todo lo que las Escrituras mencionan acerca de él hasta unos 30 años más tarde, cuando se revela que Jesús es el Mesías.

La importancia de las genealogías

Ahora el escenario vuelve a los eventos concernientes al nacimiento de Jesús. Puede que hoy las genealogías no sean muy importantes, pero sin duda lo eran en tiempos de Jesús. He aquí la razón.

The Bible Knowledge Commentary (Comentario del conocimiento bíblico) explica: “Si Jesús de Nazaret es el cumplimiento de estos dos grandes pactos, ¿tiene él alguna relación con el linaje legítimo? Este es el [primer] requisito que los judíos habrían exigido, por tanto Mateo describe el linaje de Jesús minuciosamente por el lado de su padre legal, José. Así, esta genealogía rastrea el derecho de Jesús al trono de David, el cual debe venir a través de Salomón y sus descendientes . . .
La genealogía de Mateo resolvía la sólida objeción que cualquier judío podía legítimamente plantear a cualquier persona que asegurara ser el Rey de los judíos. ¿Es Jesús un descendiente de David según el linaje que le corresponde en la sucesión? Mateo responde, ¡Sí!” (Notas sobre Mateo 1).

Thru the Bible Commentary(Comentario a través de la Biblia) agrega: “Las genealogías eran muy importantes para la nación de Israel, y a través de ellas se podía establecer si una persona tenía derecho legítimo a un linaje específico. Por ejemplo, veamos lo que dice el libro de Esdras cuando Israel regresó del cautiverio: ‘Éstos buscaron su registro de genealogías, y no fue hallado; y fueron excluidos del sacerdocio’ (Esdras 2:62). En los días de Esdras, los registros de la tribu de Leví permitieron excluir a quienes habían hecho un alegato fraudulento.

“Evidentemente, las genealogías eran mantenidas por el gobierno y eran de libre acceso público. Así que esta genealogía obviamente estaba disponible y pudieron haberse obtenido copias de los archivos públicos hasta que el templo fue destruido en el año 70 d.C [cuando desaparecieron los registros oficiales]. Los enemigos de Jesús tuvieron la posibilidad de verificarlos y probablemente lo hicieron. Esto es interesante e importante, puesto que los detractores de Jesús criticaban cada una de sus acciones, ofreciendo incluso una explicación sustituta para la resurrección; no obstante, nunca cuestionaron su genealogía. Con toda seguridad, la examinaron y se encontraron con que era legítima.

“Esto es muy importante, pues sitúa a Jesús en una posición muy singular. Recordemos que Jesús dijo que el pastor de las ovejas entra por la puerta, pero el ladrón y el salteador sube por alguna otra parte para entrar en el redil de las ovejas (ver Juan 10:1-2). Este ‘redil’ es la nación de Israel. Jesús no entró al redil saltando una valla por la parte trasera y tampoco a través de un callejón, sino que entró por la puerta. Jesús nació del linaje de David y del linaje de Abraham.Esto es lo que Mateo nos describe. Cristo es el cumplimiento de todo lo que se había dicho en el Antiguo Testamento, así que sus enemigos nunca pudieron objetar lo referente a su genealogía. Tenían que encontrar otras maneras de oponérsele y, desde luego, así lo hicieron” (Notas sobre Mateo 1).

Al estudiar las dos genealogías de Jesús, en Mateo y Lucas, encontramos que son un poco diferentes, pero no sin razón. LaBiblia del Diario Vivirexplica: “Como María era virgen cuando quedó embarazada, Mateo incluye el nombre de José solo como esposo de María, nocomo padre de Jesús. La genealogía de Mateo muestra el linaje legal(o real) de Jesús a través de José. La línea ancestral de María se registra en Lucas 3:23-38. María y José eran descendientes directos del rey David. Mateo señala la genealogía a partir de Abraham, mientras que Lucas lo hace a partir de Adán. Mateo está dirigido a los judíos, por eso señala a Jesús como descendiente de Abraham. Lucas está dirigido a los gentiles, por eso enfatiza a Jesús como Salvador de la humanidad”.

Halley revela otro hecho importante: “Estas genealogías. . . constituyen el marco de la historia veterotestamentaria. Guardadas con esmero durante largos siglos de cambios y levantamientos sociales, contienen el linaje a través del cual se transmitió una promesa a lo largo de cuatro mil años, que es algo sin paralelo en la historia” (Manual Bíblico de Halley con la Nueva Versión Internacional, 2011, Kindle 9948-9951). ¡Esto es francamente asombroso!

La cuenta de las generaciones

Algunos se han preguntado qué tan precisa es la afirmación de que hubo 14 generaciones desde Abraham hasta David, 14 más desde David hasta el cautiverio en Babilonia, y otras 14 desde el cautiverio hasta Jesús (Mateo 1:17). Gran parte de la confusión tiene que ver con ciertos términos hebreos traducidos al griego.

Como explica Gleason Archer en su libro Encyclopedia of Bible Difficulties (Enciclopedia de dificultades bíblicas): “Mateo 1:9, que entrega la genealogía de Jesús por medio de su padre legal, José, dice: ‘Ozías engendró a Jotam’. Estas son las formas griegas de Uzías y Jotam. Algunos están confundidos por esta mención de Ozías, porque el padre de Jotam se llamaba Azarías . . . Los nombres son diferentes, pero se refieren al mismo rey . . .Asimismo, Joaquín, hijo de Joacim, también era conocido como Jeconías, y el nombre original de Sedequías era Matanías” (p. 317). Luego, hay 14 nombres en la genealogía hasta llegar a David.

 También es importante observar que entre los antepasados de Jesús se mencionan cuatro mujeres. ¿Por qué? Al parecer, es muy típico de Dios elegir a los más humildes y marginados para llamarlos a ser sus siervos. Como dice 1 Corintios 1:26-29: “Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios . . . a fin de que nadie se jacte en su presencia”.

El Comentario del conocimiento bíblicoseñala: “Otro hecho interesante sobre la genealogía en Mateo es la inclusión de cuatro mujeres del Antiguo Testamento: Tamar, Rahab, Rut, y la madre de Salomón, Betsabé. Todas estas mujeres (así como la mayoría de los hombres mencionados) fueron cuestionadas por alguna razón. Tamar en una ocasión hizo el papel de prostituta; Rahab era ramera; Ruth era extranjera (moabita); y Betsabé cometió adulterio. Quizá Mateo incluyó a estas mujeres con el fin de hacer hincapié en que la decisión de Dios, en su trato con la gente, es que todos tengan acceso a su gracia. Tal vez también haya incluido a estas mujeres con el fin de doblegar el orgullo judío”.

El compromiso de José y María

Veamos ahora la versión del nacimiento de Jesús en Mateo. “El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente… Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre Jesús” (1:18-19, 25).

 ¿Qué significa el compromiso en este caso? La Biblia del Diario Vivirseñala: “El matrimonio judío constaba de tres pasos. Primero, las dos familias se ponían de acuerdo en la unión. Segundo, se daba a conocer públicamente. En ese momento la pareja estaba comprometida oficialmente. El noviazgo (llamado en el texto ‘desposorio’) era considerado una unión que podía ser disuelta solo por la muerte o el divorcio (también por causa de fornicación). Tercero, la pareja se casaba y empezaba a convivir. Al estar comprometidos María y José, la aparente infidelidad de María conllevaba un estigma social severo. De acuerdo a las leyes civiles judías,  José tenía el derecho de divorciarse y las autoridades judías podían apedrear a María hasta darle muerte” (Deuteronomio 22:23-24).

María tuvo más hijos

Debe tenerse en cuenta además que José “no la conoció hastaque dio a luz a su primogénito”, lo que significa que como pareja casada José y María sí tuvieron relaciones sexuales después que Jesús nació. Después de todo, ¿por qué la Biblia llamaría a Jesús “el primogénito” si él fuera el único hijo nacido en la familia? Hay una palabra griega perfectamente clara que significa “hijo único” (monogenes), pero en vez de ella se usó la palabra “primogénito” porque José y María tuvieron varios hijos después del nacimiento de Jesús. La palabra primogénitopuede referirse al primero de una sucesión de personas o al primero en rango o dignidad. Ambas acepciones implican que María tuvo otros hijos.

Sin embargo, la Iglesia católica niega esta verdad para respaldar su creencia de que María permaneció virgen durante toda su vida, incluso después de haber dado a luz a Cristo de forma natural. No obstante, esta iglesia usa ciertos términos técnicos para decir que Jesús pasó por el canal de parto sin dañarlo: in partu, o sea, sin dolores de parto ni ruptura del himen; post partum: virginidad después del nacimiento; y semper virgo:que María siempre permaneció virgen.

También ha negado que Jesús haya tenido otros hermanos y hermanas porque cree que incluso las relaciones maritales habrían contaminado a María.

Como Halley comenta: “¿Quiénes eran los ‘hermanos’ y ‘hermanas’ de Jesús, mencionados en Mateo 13:55-56 y Marcos 6:3? . . . El sentido llano, sencillo y natural de estos pasajes es que eran hijos de María misma . . . Sospechamos que jamás se habría intentado dar a estos pasajes otro sentido diferente, si no fuera por el deseo de enaltecer el celibato como forma más santa de vida” (Compendio Manual de la Biblia, Halley, 1955, p. 369).

Más tarde, José recibe en sueños la instrucción de un ángel de no abandonar a su mujer porque “ . . . lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:20-21). Así que José humildemente la recibió como su esposa, protegiéndola del cúmulo de rumores maliciosos que surgirían aun durante el ministerio de Jesús. EC

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