Un interesante estudio del Departamento de Psicología Aplicada y Desarrollo Humano de la

Universidad de Toronto ha descubierto que el consumo excesivo de películas y libros que muestran a los animales con características humanas (caminando en dos piernas, usando ropa, hablando, etc.) puede llevar a un “menor aprendizaje factual” en niños. Ver o leer sobre animales como si fueran humanos confunde a los niños y terminan creyendo que los animales comparten nuestras mismas características.

Es por esto que los investigadores recomiendan que los padres agreguen la misma cantidad de libros y películas que muestren vida salvaje real para compensar por aquellos que muestran a los animales como humanos (Rachel Reilly, “¿Está Mickey Mouse haciendo TONTO a su hijo? Caricaturas de animales que usan ropa o hablan ‘afectan el aprendizaje’, según estudio” The Daily Mail en DailyMail.co.uk, 26 de marzo, 2014).

Conexión bíblica

Este fascinante estudio acerca de las repercusiones de qué y cómo los humanos aprendemos mientras crecemos puede ayudarnos a entender mejor cómo proteger nuestras mentes. Es interesante notar que muchas de las deidades paganas del antiguo mundo bíblico tenían características humanas. Dagón, el dios de los filisteos era retratado como mitad pez, mitad humano. Los egipcios en sus tradiciones tenían muchos dioses con forma doble, como es el caso de Anubis, mitad chacal (perro salvaje) y mitad dios humano del inframundo. Los antiguos griegos también tenían criaturas supernaturales que eran antropomórficas, como los centauros que eran mitad caballo, mitad humano, y la lista podría seguir.

La lección es estar seguros de cómo equilibrar las curiosidades y entretenimientos que están de moda en nuestros tiempos con la verdad. Enseñar a los niños que los animales se comportan como Dios los creó, y no como una mezcla entre humanos y animales, es una parte de nuestra tarea de diferenciarnos de la sociedad que nos rodea. Darles a los niños una sólida base en la verdad es vital.

Fuente: ucg.org