Tres razones por las cuales no me pierdo de nada al no guardar la Navidad

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Tres razones por las cuales no me pierdo de nada al no guardar la Navidad

Nunca he celebrado Navidad. Muchas personas me han hecho la misma pregunta cuando se dan cuenta. “¿No te estás perdiendo de algo? Quiero decir, ¿nunca has deseado celebrar la Navidad?” No me molesta cuando la gente pregunta eso. Usualmente no son malintencionados y solamente no entienden cómo puedo vivir sin algo que les parece tan bueno a ellos.

Mi respuesta es siempre la misma. “No, ¡no me pierdo absolutamente de nada!” A continuación les explico por qué.

  1. La Navidad no representa a Jesús – Aunque el nombre de Cristo es usado en este día, esta fiesta no simboliza su vida, su muerte, o lo que él hizo para los cristianos hoy en día. Hay mucha información en el sitio de la Iglesia sobre lo que esta festividad representa, y es obvio que Jesús no es la razón de esta temporada.
  2. La Navidad es acerca del obtener; una vida cristiana tiene que ver con dar – Puede ser llamada “la temporada de compartir”, pero la Navidad es el sueño de un publicista hecho realidad. Parece ser que, aunque las intenciones sean buenas, la Navidad expone el lado codicioso de incluso las buenas personas. Pero los cristianos tenemos que dar. La descripción del trabajo de un cristiano está en dar nuestras vidas a Dios y servirle plenamente. La Navidad solo puede interponerse en el camino de esa noble meta.
  3. La Navidad es un pobre reemplazo de los Días Santos de Dios – Dios le dio a su pueblo un maravilloso conjunto de Días Santos llenos de diversión, significado y generosidad. Estas fiestas nos dan un vistazo de su plan para la salvación de cada persona – ¡mucho más que el significado de la Navidad! Es más, Jesús mismo celebró los Días Santos, y es nuestro ejemplo definitivo de cómo vivir.

Así que, ¿por qué no me pierdo de nada al no celebrar Navidad? Porque el camino de vida de Dios es mucho más valioso y provechoso. La Biblia me muestra cómo puedo vivir al mostrarme cómo Jesucristo lo hizo – y la Navidad no es parte de la ecuación.

Fuente: ucg.org