Ayer (17 de noviembre), ocurrió una trágica noticia en Jerusalén. Dos hombres musulmanes armados entraron en una sinagoga con armas y cuchillos y mataron a cuatro judíos e hirieron a varios otros. Los responsables del ataque fueron abatidos posteriormente por la policía israelita. Este es el incidente más violento en la reciente escala de ataques en la ciudad.

El mes pasado una niña de 3 años, quien estaba con su familia, fue asesinada por un motociclista en una parada de autobús. Utilicé esta historia en un programa de Beyond Today grabado la semana pasada llamado “El plan de Dios para el Medio Oriente”. La violencia sin sentido continúa amenazando la relación siempre tensa entre árabes y judíos en esta ciudad.

La historia del periódico The Financial Times [Tiempos financieros] donde leí este último ataque dejó al descubierto el problema político en cuestión. La historia hace referencia a otro enfrentamiento en el Monte del Templo diciendo “La policía israelí y jóvenes palestinos también se han enfrentado en al-Haram al-Sharif, sitio sagrado de los musulmanes en Jerusalén, donde los políticos israelíes extremistas han llamado a revocar el status quo que prohíbe a los judíos orar en ese lugar”.

Para el periódico antes mencionado, el sitio es más musulmán que judío. Y así sucesivamente.

Creo que todos tenemos una tendencia en este conflicto. Una de las principales fuentes de noticias occidentales llama a este controvertido sitio de un nombre mientras que otros lo llamamos de otra manera. Tal vez, deberíamos llamarlos por ambos nombres o entregarlo a Dios y llamarlo su lugar.

Sería más fácil si hubiera mejores relaciones entre todos quienes ven este pedazo de bienes raíces con afecto.

Fuente: ucg.org