La comunicación- Nuestro salvavidas de Dios

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La comunicación- Nuestro salvavidas de Dios

Ha sido una semana interesante aquí en mi oficina. Poco después de regresar a casa de un sábado normal, y visitar algunos hermanos la semana pasada, comencé a tener dificultad con mi conexión a Internet, y también con mi teléfono fijo. Puede que sea uno de los pocos que aún utiliza un teléfono celular, teniendo a la vez un teléfono fijo en mi oficina.

Tenía señal de internet por unos minutos, y luego fallaba sin previo aviso durante 2-3 horas. Dependo bastante de Internet para hacer mi trabajo, y también para permanecer en contacto con nuestros hermanos en Colombia.

El miércoles por la noche, la transmisión de nuestro estudio bíblico mensual, al que se conectan entre 25 y 30 personas, estuvo sin problemas sólo por un momento y luego se dañó... así que la mayoría de nuestros asistentes regulares por internet no pudieron oír el estudio. Este sábado voy a utilizar el estudio como una referencia para mi sermón.

¿Por qué menciono esto? Porque todos nos acostumbramos a que las cosas “funcionen”, y podemos darlas por sentado.

Recuerdo hace unos años cuando se fue la electricidad por varias horas en el hotel donde nos alojamos para la Fiesta de los Tabernáculos en Cartagena. Tengo que elogiar a todos los hermanos de Colombia, ¡ninguno se quejó por ese hecho! Tal vez por tener inconvenientes ocasionales semejantes han desarrollado su paciencia más allá de lo que algunos aquí han hecho.

Bien puede ocurrir que en un futuro no haya comunicación por horas, días, tal vez semanas. ¿Cómo vamos a reaccionar a estas cosas?

Aquí, en Estados Unidos, las personas han llegado a ser tan dependientes de sus teléfonos inteligentes, que parecen estar confundidos o perdidos si no los tienen en las manos. Quisiera que estuvieran tan preocupados por tener sus Biblias con ellos... pero voy a hablar de eso en otra ocasión.

Mientras el tiempo avanza, y los tiempos son más difíciles... ustedes y yo, centrémonos en la verdadera comunicación que es fundamental para nuestras vidas. Nuestro salvavidas es de hecho la oración y la Palabra de Dios, y las ocasiones adicionales como la asistencia a los servicios del sábado, los Días Santos, y estudios bíblicos; todos son importantes. Además nos dan la oportunidad de tener comunión unos con otros.

Si mañana le dijeran que ya no podrá asistir, conectarse, o tener una congregación de la iglesia tan cercana... ¿cambiarían las cosas? ...Que simplemente ya no podría conectarse a través de Internet y escuchar un sermón... ¿haría eso que las cosas cambiaran para usted?

El mundo se tambalea, lleno de muchas distracciones, entretenimientos y obligaciones... aunque entiendo que siempre tendremos compromisos que debemos atender.

Sin embargo, ruego que no estemos atrapados en todo eso, y ajenos a lo que es verdaderamente importante. Mateo 6:33 nunca ha sido más relevante como de hecho lo es hoy.

La historia del pueblo de Dios es una de lucha por aferrarse a la verdad, a veces teniendo que estudiar y orar en secreto para evitar la persecución. Todavía hoy podemos reunirnos libremente para servicios a estudiar la Palabra de Dios aquí en los Estados Unidos y Colombia... pero no siempre será así.

Como he mencionado antes, Marcos 10:17-31 es un pasaje de las Escrituras para que todos nosotros repasemos, estudiemos y analicemos a la luz de donde estamos hoy en este mundo. Incluso si usted ya lo ha hecho, ¿quisiera, por favor, apartar un tiempo para volver a repasarlo?