¿Estás haciendo lo más que puedes con lo que tienes?

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¿Estás haciendo lo más que puedes con lo que tienes?

Es una característica humana y natural el buscar algo mejor en la vida. Muchas personas buscan ser más saludables, más atractivas, más adineradas, más popular, más influyentes, más talentosos, más inteligentes… la lista continúa. El pasto siempre es más verde en cualquier otro lugar.

Russell Herman Conwell era un orador motivacional hace más de un siglo, mucho antes de que fuera reconocida como una carrera. Comenzó como abogado, luego se volvió ministro, más tarde motivador profesional y finalmente, fundador y presidente de la Universidad Temple en Filadelfia.

Se convirtió en motivador profesional con el fin de recaudar dinero para establecer la Universidad Temple. El necesitaba esos fondos porque quería que la universidad proveyera una educación de alta calidad para aquellos que no tuviesen los medios para asistir a otros establecimientos y convertirse en ministros. Por un tiempo, en los inicios de Temple, no hubo costos de matrícula para aquellos que no pudiesen costearla.

Una historia especial

Conwell dejó su marca en el ámbito de motivadores mediante la gran cantidad de discursos que daba, pero se hizo notar por uno en particular llamado “Hectáreas de diamante”. Esta historia tiene muchas variantes, pero, en esencia, tiene que ver con un granjero que deseaba volverse rico y decidió cazar diamantes. El granjero vende su tierra y empieza a viajar en busca de áreas que fuesen ricas en diamantes. Tristemente, luego de décadas de búsqueda infructuosa y habiendo gastado todo su dinero, el antes granjero se ahoga a sí mismo en un río.

En el entretanto, el nuevo dueño de su granja descubre rocas de extraña apariencia en sus campos. Tan inusual eran estas rocas que mantenía una de ellas frente a su chimenea. Un amigo lo visitó un día y observó la roca frente a la chimenea, reconociéndola por lo que en verdad era – un gran diamante en bruto. El granjero fue alentado a recolectar estas “rocas” y venderlas – lo hizo, convirtiéndose extremadamente rico.

La lección: el granjero original nunca se molestó en mirar en su propia tierra en busca de la riqueza que quería.

Logrando alegría con propósito

¿Hacemos lo más que podemos con lo que tenemos en un principio? o pensamos, “¿Si tan solo tuviera esto o lo otro mi vida sería mejor?

El apóstol Pablo nos da la precaución de estar contentos con lo que Dios ya nos ha dado:

“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación…” (Filipenses 4:11, énfasis añadido).

El contentamiento no solo significa conformarse; también puede significar el hacer uso de lo que tenemos. ¿Qué talentos tenemos que podemos utilizar? Puede ser fácil pedirle a Dios algo que pensamos que necesitamos, pero, ¿hemos hecho lo más que podemos con lo que él nos ha dado?

En la famosa parábola de los talentos, Dios reprende al que desperdicia lo que se le había dado porque ese sirviente no valoró ni siquiera lo poco que tuvo (Mateo 25:14-30). Así mismo, el granjero en la historia del Señor Conwell no pensó que tenía algo desde el principio y no se dio cuenta del tesoro justo frente a su nariz.

“Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo” (Mateo 25:34).

Los diamantes solo eran riqueza temporal, igual que muchas de las útiles, pero efímeras cosas que valoramos en esta vida: automóviles, vacaciones, tablets, teléfonos móviles, etc. Tenemos un tesoro más grande, accesible a través de las páginas de la palabra de Dios y mediante el llamamiento por medio del cual él ha reservado su Reino para nosotros.

¿Estás listo para reconocer ese llamamiento? ¿Qué harás ahora para hacer lo más que puedas con lo que ya tienes?

Fuente: ucg.org