Al que venciere...

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Al que venciere...

Hay algo sobre la palabra “vencer” que me asombra. El vencer una prueba o una aflicción es un gran logro cuando se ha involucrado a Dios. Pero, ¿vencer al mundo? Eso parece imposible. Vencer al mundo significa que tenemos que prevalecer activamente sobre todos nuestros enemigos – nuestra naturaleza humana pecaminosa, persecución, adversidades, tentaciones de Satanás. Algunas veces siento que Jesucristo es el único que pudo vencer al mundo. Pero si esto fuese imposible para nosotros, ¿por qué Dios diría repetidamente en Apocalipsis, “Al que venciere…”? Y, ¿cómo Jesucristo, quien dejó su posición como ser divino para volverse humano, pudo ser capaz de vivir una vida perfecta y sin pecado?

La clave es la fe. “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe” (1 Juan 5:4). A veces olvidamos que Dios siempre está ahí, y que podemos confiar en él. Puede ser difícil tener fe cuando estamos en medio de duras circunstancias. O incluso si nos acordamos de él, algunas veces se siente como que está muy lejos de nosotros. Pero nuestro Creador siempre está ahí, y siempre está listo para ayudarnos.

Una historia que me ayuda a recordar que Dios siempre está cerca de nosotros es la de Eliseo y su criado cuando fueron rodeados por el ejército de Siria. Cuando el criado de Eliseo vio que la ciudad estaba rodeada, tenía miedo: “¡Ah, señor mío! ¿qué haremos?” Pero Eliseo sabía por qué no tenían necesidad de temer. “Él le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Eterno, que abras sus ojos para que vea. Entonces el Eterno abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo” (2 Reyes 6:16-17). Eliseo le demostró al criado por qué tenía que tener fe. Dios y su ejército invisible estaban de su lado, y pudieron vencer.

Para nosotros hoy en día no hay necesariamente un ejército rodeándonos, es Satanás quien está ahí afuera tratando de doblegarnos. Pero aquel quien está de nuestro lado es más grande que aquellos del lado del diablo. “Ustedes, queridos hijos, son de Dios y han vencido a esos falsos profetas, porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4, Nueva Versión Internacional).

Hay paz y fortaleza para vencer este mundo por medio del arrepentimiento y obediencia. Con Dios, todo es posible, incluso el vencer a este mundo malvado y pecaminoso como Cristo lo hizo. Renueve su fe todos los días. Tenga fe en las cosas que no se pueden ver. Sea victorioso y venza.

Fuente: ucg.org