Hebreos 11 - ¿Podemos aceptar lo que no entendemos?

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Hebreos 11 - ¿Podemos aceptar lo que no entendemos?

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Abraham tuvo que estar dispuesto a ofrecer a su hijo Isaac como sacrificio incluso sin entender el “por qué”.

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[Darris McNeely] ¿Podemos aceptar lo que no siempre entendemos? Es una pregunta que a veces enfrentamos en nuestra vida. Continuamos nuestro estudio a través de Hebreos 11, el capítulo de la fe en la Biblia. Hemos llegado probablemente a una de las historias más difíciles de entender en todo este libro, se menciona en Hebreos 11:17 respecto a Abraham donde dice, “Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito”.

Isaac no era su único hijo. Él había tenido otros, pero él era el hijo de la promesa. Eso es lo que la Escritura menciona aquí. Isaac era el único que traspasaría las promesas, la herencia que Dios había dado a Abraham. Y en ese momento crucial con su joven hijo, Dios puso a prueba a Abraham y le dijo: anda y ofrécelo en el lugar donde te he dicho que lo hagas.

Esa es la historia que se encuentra en Génesis capítulo 22. Es una historia poco entendida. La gente lee y dice cuán barbárico que Dios, un dios, un dios cualquiera, le pidiera a un hombre sacrificar a su hijo. Y como consecuencia rechazan la Biblia. Rechazan a Dios. Repudian al Dios de Abraham sin entender completamente este libro, el mundo, la vida, y sí, este tema de fe. Verás, en la época de Abraham y en su mundo, hacer un sacrificio de un humano no era raro. Las religiones de ese tiempo lo hacían siempre. Abraham había establecido adorar un Dios diferente, una religión distinta y una fe diferente que no requería de ello. Sin embargo, la solicitud, la orden era algo que, al menos en su tiempo y lugar Abraham entendió.

E hizo los preparativos para ir, y tomó a Isaac, e incluso lo ató y estaba dispuesto a poner el cuchillo directo en él cuando Dios lo detuvo. Y así es como la historia continúa. En el versículo 18 de Hebreos dice, “habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia pensando”, verso 19, “que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir” (Hebreos 11:17-19). Vuelve al relato en Génesis, Abraham parecía saber que de alguna manera u otra iba a volver con su hijo vivo porque dijo en Génesis 22:5, “volveremos a vosotros”.

Abraham sabía que Dios proveería un sacrificio, y sabía que volvería con su hijo. Eso testifica su fe real, pero Abraham tuvo que demostrar su obediencia a Dios, aun cuando no entendía quizás completamente todo y los por qué y el cómo tenía confianza de que Dios proveería.

Tiempo después Jesús dijo cuando se le preguntó sobre cuál era el mandamiento más importante. Respondió que el gran mandamiento es amar a Dios con todo tu corazón, con todo tu ser. Ciertamente Abraham demostró que estaba dispuesto a hacerlo, y con eso, comprendió y tuvo una fe más profunda.

A veces tenemos que tener fe para obedecer, y debemos hacerlo para recibir entendimiento. Eso es lo que en ocasiones requiere la fe. Obedecer, viene el entendimiento, y luego se construye la fe. Hace eso y comenzaremos a construir una fe viva que está basada en estos ejemplos de Hebreos capítulo 11 donde tenemos evidencia sólida y sustancial de lo que se trata la fe.

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