[Steve Myers] Las celebraciones de Año Nuevo se acercan. ¿Deberías estar involucrado en ellas? Permíteme darte dos razones de por qué siento que no correspondería participar en estas fiestas.
Un par de cosas que, probablemente, tendrás que tomar un poco de tiempo e investigar, y creo que encontrarás tremendos resultados si lo haces. Primero, una simple cosa: ¿Realmente es un año nuevo, y por qué lo es? La mayoría de las veces cuando comienzas a buscar te darás cuenta de que tiene mucho que ver con el calendario. De hecho, el calendario romano se basa en el solsticio de invierno de esta época del año, cuando el sol comienza a alargar los días. ¿Por qué eligieron comenzar el calendario ahora? Bueno, es culpa del sol y la mitología. Encontrarás algunas conexiones interesantes entre el solsticio de invierno, el calendario romano y la mitología. No es cuando el calendario de Dios comienza. En realidad, el calendario de Dios es lo contrario. Se inicia en la primavera con una nueva vida. Compruébalo. Una razón para no celebrar el Año Nuevo.
Bien, veamos el número dos. Número dos: ¿cuál es el simbolismo detrás del Año Nuevo? ¿Cuál es el fondo de todo esto? ¿Qué son todas esas conexiones con el paganismo? Averígualo. Encontrará algunos resultados interesantes si lo haces. Encontrará muchos enlaces con los orígenes en las prácticas sexuales y el paganismo. Dios tiene mucho que decir al respecto. Busca el simbolismo y comenzarás a encontrar cosas asombrosas.
¿Es esto en lo que quieres participar? De hecho, ¿tiene Dios algo que decir al respecto? De hecho, sí. Hay un pasaje interesante en el libro de Oseas. Veamos Oseas capítulo 9. Hay unas secciones interesantes de la Escritura, voy a leer solo un poco de la traducción NVI. Así es como comienza el verso 1, “no hagas fiesta como las naciones”. ¿Algo de eso suenan familiar con el Año Nuevo? Continúa, “Porque te has prostituido ¡Le has sido infiel a tu Dios! Ni el trigo de las uvas podrán alimentarlos; el vino nuevo no tendrá el gusto que esperaban”. Sigue: “Tal vez les sirva para matar el hambre”. (Oseas 9:1-6). ¿Matamos el hambre sin Dios a causa de una buena fiesta? ¿De eso se trata todo?
Averígualo. Si comienzas a revisar la historia real detrás de las celebraciones de Año Nuevo, creo que encontrarás que es algo que no quieres festejar, no quieres participar. Compruébalo. Los resultados serán interesantes.
